jueves, 29 de octubre de 2009

LA SESIÓN DEL TAROT, I



La lectura de las cartas del Tarot debe basarse en la espontaneidad y la precisión por parte del tarotista, así un buen tarotista nunca debe forzar su lectura y ésta será lo más sencilla y clara posible, ya que si es compleja o fantástica, el consultante no va a poder obtener beneficios de ella.

La interpretación no se sujeta al solo conocimiento de lo que representa cada carta, sino que intervienen un conjunto de estímulos energéticos entre el tarotista y el consultante, variando así la percepción de la persona que lo lee, realizando lecturas totalmente individuales.

El Tarot brinda un agilidad así como una apertura mental, que se conecta con las energías de la persona consultante, así la intuición del tarotista experimentado es muy aguda, y le permite casi en la mayoría de las lecturas, ir mas allá del significado de la carta en sí.

En cuanto al ambiente donde debe realizarse una consulta debe ser muy armonioso, con aromas relajantes y estimuladores de la conciencia y la espiritualidad, con imágenes de bienestar, que lleven al equilibrio psicofísico tanto al consultante, como a el tarotista, deben encontrarse frente a frente y envueltos en el máximo silencio.

Las cartas del Tarot serán barajadas o mezcladas por ambas partes para impregnarlas de las energías intervinientes en la sesión, la tarotista observará detenidamente a la consultante para poder penetrar en lo más profundo de su psique y tratará de captar su pensamiento.

En todo momento la tarotista brindará seguridad de su potencial psíquico a la otra parte consultante y le pedirá que tome las primeras cartas para que respondan simbólicamente a los cuestionamientos de éste.

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